Sonda nasogastrica
¿Para qué sirve?
¿Cuándo están indicadas?
En nutriciones enterales de duración relativamente limitada, siempre por indicación clínica. La realización del sondaje la realiza el médico o enfermera a cargo del paciente. El mantenimiento de la sonda y su uso diario es realizado por la familia o entorno del paciente en domicilio.
¿Qué cuidados requiere la sonda nasogástrica?
- Mantener limpia la parte externa de la sonda. Limpiar a diario con una gasa humedecida con agua tibia y jabón, aclarar y secar.
- Infundir entre 5 y 10 ml de agua, según la edad del niño, tras la administración de cada comida o medicación. Esta operación se realizará cada 6 horas en caso de alimentación continua.
- Comprobar la posición correcta de la sonda, tomando como referencia las marcas de la misma sonda.
- Cambiar la sonda nasogástrica siempre que esté obstruida y se hayan probado antes las medidas adecuadas para desobstruirla (ver listado de problemas). Si existe un familiar que está entrenado por el personal de enfermería podrá realizar el cambio de la sonda él mismo en casa. Si no, tendrá que acudir a su centro de referencia. Se recomienda no realizar el cambio una persona sola, si el niño no es lo suficientemente mayor o consciente para estar quieto.
- Cerrar siempre el conector de la sonda cuando no se administre nutrición, agua o medicación.
- Si el niño colabora, se puede mover diariamente la sonda nasogástrica, haciéndola rotar sobre sí misma, para variar la zona de contacto con la nariz y cambiar la sujeción, para evitar irritaciones. En caso contrario, hacerlo cuando sea necesario, bien por suciedad o por estar el esparadrapo o la tirita fijadora despegados.
- Limpiar los orificios nasales una vez al día, como mínimo, con un bastoncillo de algodón humedecido en agua.
- Es necesario cuidar la higiene bucal. Para ello el paciente debe continuar el aprendizaje de cepillado de dientes y lengua, como mínimo 2 veces al día, con pasta dentífrica adaptada a su edad. Enjuagar con elixir o solución antiséptica.
- Suavizar la zona de la nariz y los labios con una crema hidratante.
La alimentación se puede administrar de forma intermitente o continua, en función de la edad del niño, de la patología de base, del estado nutricional y de la funcionalidad del aparato digestivo.
La alimentación por sonda nasogástrica se realiza de forma intermitente, en general.
Puede administrarse con:
- Jeringa: no recomendable porque puede ocasionar complicaciones derivadas de una administración demasiado rápida
- Por gravedad: más lenta y mejor tolerada
- Con bomba: permite regular exactamente la velocidad de infusión. Es útil si los volúmenes a administrar son muy elevados.
- No debe mezclarse la alimentación con los medicamentos, salvo prescripción médica.
- Administrar la medicación por el orificio de entrada más pequeños de la sonda.
- Sólo se utilizarán medicamentos líquidos y en el caso de comprimidos, deben ser triturados hasta convertirlos en polvo muy fino, diluyendo el mismo en poca cantidad de agua.
- Recordar que después de la administración del medicamento se debe pasar por la sonda nasogástrica entre 5-10 ml de agua.
Son las lesiones en la nariz, la obstrucción de la sonda, la extracción de la sonda, las náuseas y vómitos y la tos irritativa.
¿Cómo se pueden solucionar las posibles complicaciones?
Problema | Causa | Acción requerida |
Lesiones en la nariz | Irritación debida a la rigidez de la sonda |
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Obstrucción de la sonda nasogástrica | Productos o medicamentos secos en el interior de la sonda |
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Extracción de la sonda nasogástrica | La sonda sale al exterior por causa accidental o voluntaria |
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Náuseas y vómitos | Posición incorrecta del paciente |
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El alimento pasa demasiado rápido |
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Excesivo contenido gástrico |
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Causas relativas a la dieta o medicación |
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Tos irrititativa | Posible salida parcial de la sonda |
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Bibliografia:
http://www.guiametabolica.org/consejo/sonda-nasogastrica-en-enfermedades-metabolicas
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